Seguidores

miércoles, 19 de enero de 2011

Si el amor apasionado da lugar a una relación estable como el matrimonio, debe transformarse antes en otra forma de experiencia amorosa: lo que se ha llamado amor estable o amor de compañeros. En éste lo esencial no es la excitación emocional (aunque no está excluida), sino otros factores como la entrega recíproca y la confianza mutua.
La entrega debe ser incondicional, o sea, realizada sin la expectativa de recibir algo a cambio. Ahora bien, para que la relación funcione, esta entrega debe ser recíproca: cada uno debe entregarse al otro de forma incondicional, de tal forma que, sin buscar sus propios intereses, sienta que la otra persona ya se preocupa suficientemente por ellos. La relación de pareja es una realidad que podemos llamar paradójica, en la que el mayor grado de satisfacción individual se produce cuando cada miembro de la pareja renuncia de forma altruista a su propia satisfacción para buscar la del otro.
El otro factor clave de la relación de pareja es la confianza mutua por la que cada uno hace partícipe al otro de su propia intimidad. No es necesario que esta comunicación sea total desde el principio, pero si que progrese en el tiempo par que, ademas del espacio propio de cada uno, vaya construyéndose un espacio común de la pareja cada vez mayor y más solido.