La entrega debe ser incondicional, o sea, realizada sin la expectativa de recibir algo a cambio. Ahora bien, para que la relación funcione, esta entrega debe ser recíproca: cada uno debe entregarse al otro de forma incondicional, de tal forma que, sin buscar sus propios intereses, sienta que la otra persona ya se preocupa suficientemente por ellos. La relación de pareja es una realidad que podemos llamar paradójica, en la que el mayor grado de satisfacción individual se produce cuando cada miembro de la pareja renuncia de forma altruista a su propia satisfacción para buscar la del otro.
El otro factor clave de la relación de pareja es la confianza mutua por la que cada uno hace partícipe al otro de su propia intimidad. No es necesario que esta comunicación sea total desde el principio, pero si que progrese en el tiempo par que, ademas del espacio propio de cada uno, vaya construyéndose un espacio común de la pareja cada vez mayor y más solido.
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