Seguidores

jueves, 9 de junio de 2011

Someday, you will miss me

A veces pienso cómo sería mi vida si nuestros caminos no se hubiesen cruzado. Supongo que mi vida sería completamente distinta.
Posiblemente habría encontrado a alguien. Y posiblemente me habría conformado.
Habría aguantado algunas de sus impertinencias. Y posiblemente habría terminado cansándome de ellas.
Habría conocido a alguien distinto, que seguramente me habría aportado más bien poco. Podríamos haber visto películas sentados en el sofá comiendo palomitas con chocolate. Habríamos paseado por Madrid agarrados de la mano. Algún día podría haber conocido a sus padres, y él a los míos. Nos podríamos haber ido de viaje. Incluso habríamos hecho el amor en su habitación. Habríamos pasado las tardes juntos sin hacer nada. Nos habríamos contado nuestros problemas y preocupaciones. Me podría haber hecho reír cuando estaba triste, y podría haberme dicho que me quería. Habríamos sido felices.

Pero en cambio apareciste tú, con esa estúpida sonrisa tuya y esos estúpidos ojos verdes. Y no vimos películas en el sofá. Ni comimos palomitas. Ni paseamos por Madrid. Ni nos hemos ido de viaje. Ni hemos hecho el amor. Y por supuesto que no hemos conocido a nuestros respectivos padres. Pero en cambio si hicimos el resto. Pasamos tardes sin hacer nada. Nos contamos nuestros problemas. Nos hicimos reír. Y me hiciste feliz...
Y me aportaste todo lo que soy ahora. Paciencia. Tranquilidad. Saber escuchar. Pasión. Estabilidad. Cabeza fría. Comprensión.  Y creo que más que nunca, ahora me alegro de que te marcharas. Porque aprendí que no eres imprescindible, que nadie lo es. Y aprendí que quien bien te quiere, no te hará llorar. Y que si de verdad le importas a alguien, te lo demostrará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario